Artículo de Julio Lacuerda, Secretario General de FeSP-UGT
Un año más el 25 de noviembre, Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer, los nombres de las víctimas asesinadas, nos recuerdan que continúa esta guerra soterrada que miles de mujeres y sus hijos e hijas viven cotidianamente, Y si bien, en torno a esta fecha, se concentran importantes actos de información, concienciación y manifestación, desde FeSP UGT, todos los días, desde los centros de trabajo a través de la acción sindical, la negociación colectiva y las Administraciones Públicas, actuamos para prevenir y proteger a las mujeres que viven esta tragedia.
Son compañeras, familiares, amigas. Son mujeres con nombre propio que necesitan de un trabajo seguro para poder escapar del agresor. Porque sin posibilidades de autonomía, es muy difícil dar el paso hacia la libertad y la seguridad. En muchas ocasiones, es difícil comentar lo que pasa. Hay miedo de denunciar. Y en otras, sigue existiendo el temor a ser juzgadas por lo que están padeciendo, ellas y sus hijos e hijas.
Es preciso recordar que no se tratan de casos aislados. No es un problema de clase social, de estatus, de lugar donde vives, de personalidad. Es un problema estructural que nos afecta al conjunto de la sociedad
A pesar del gran consenso social que repudia la violencia contra las mujeres, en muchas ocasiones sigue siendo un tema tabú, que se vive como una responsabilidad individual, ya que el agresor culpa a la víctima de su situación, utilizando todos los mecanismos posibles para mermar su autoestima, aislarla y dejarla sin recursos materiales y emocionales para responder. Es preciso recordar que no se tratan de casos aislados. No es un problema de clase social, de estatus, de lugar donde vives, de personalidad. Es un problema estructural que nos afecta al conjunto de la sociedad. Y que lamentablemente afecta a un número importante de compañeras, familiares, conocidas, amigas, hijas… como demuestra, la macro-encuesta realizada este año, por la Delegación de Gobierno contra la violencia de Género, que revela que 1 de cada 2 mujeres ha sufrido algún tipo de violencia machista a lo largo de su vida. Son cifras aterradoras que no podemos obviar.
Somos conscientes de la importante labor que las trabajadoras y los trabajadores de las Administraciones Públicas pueden realizar en la prevención e intervención de la violencia contra las mujeres
Otro de los datos que desvela el informe, es que son muy pocas las mujeres, las que llegan a denunciar las agresiones de violencia, ya sea dentro de la pareja o fuera de ella. Y que el hecho de hablarlo con alguien del entorno, ayuda a tomar la decisión de buscar ayuda y denunciar. En este sentido, nuestra posición sindical en los centros de trabajo, incorporando medidas tanto en convenios como en los planes de igualdad, desarrollando cursos de formación y campañas de sensibilización, es clave para tejer una red de apoyo formal e informal, cuando detectemos cualquier indicio de peligro. Pero nuestra labor no acaba aquí, desde FeSP UGT, somos conscientes de la importante labor que las trabajadoras y los trabajadores de las Administraciones Públicas pueden realizar en la prevención e intervención de la violencia contra las mujeres. Desde sanidad, educación, policía y fuerzas de seguridad del estado, dependencia, correos, servicios sociales y municipales…. existen protocolos de actuación que son esenciales, ya que estamos en contacto directo con las personas. En el diálogo que se establece en la consulta, en el aula, al entregar una carta, se abre una puerta para escuchar, acompañar, y proteger. Para FeSP UGT, cada cifra es un nombre. Una compañera, una vecina, un familiar, una amiga…cada cifra importa. Cada gesto es imprescindible. Cada acción puede ayudar a que una mujer y sus hijos e hijas, recuperen su vida sin miedo. Cada medida que adoptamos sindicalmente para erradicar esta lacra, contribuye a erradicar la violencia. Como cada 25 de noviembre, desde FeSP UGT, ponemos nombres a las cifras.