Artículo de Pepe Álvarez, Secretario General de UGT, publicado en Público
La crisis inflacionista y energética que vivimos es una crisis singular e inusitada. Los beneficios empresariales son altos y crecientes, además se continúa creando empleo y, con la ayuda de la reforma laboral, empleo de más calidad. Parece que a algunos les gustaría que fuera una crisis tradicional como las últimas para recuperar sus políticas de austeridad y que tengan que ser las trabajadoras y los trabajadores quienes paguen esta situación, pero en este momento no sirven las viejas recetas del siglo pasado.
Subir los salarios es una necesidad económica y social de primer orden y controlar los precios y beneficios, también. Es por esta razón por la que creo que es fundamental reabrir la negociación con la CEOE para un acuerdo global de salarios y convenios.
Tras volver del verano, desde UGT hicimos un llamamiento a la CEOE para que desbloquease y volviese a la mesa de negociación con el objetivo de empujar a un acuerdo, ya que los convenios colectivos siguen desactualizados. Por el momento, no hemos visto voluntad de diálogo y por eso podemos afirmar que lo que no se negocia, no se pacta y, por ende, no se firma. Esto hace que las personas trabajadoras de este país no puedan tener mejores condiciones salariales ni laborales. Lo que no se entiende es por qué la patronal sigue empeñada en que las trabajadoras y trabajadores en España sigan perdiendo poder adquisitivo. Hecho que castiga el consumo interno y que frena la economía. Por este motivo, en vista de su falta de acción y negativa, proponemos abrir un ciclo de movilizaciones.
Nuestra prioridad son los salarios. Los sindicatos estamos en todas las acciones que sirvan para mejorar la vida de las personas trabajadoras y ahora toca exigir la subida de los sueldos. Nuestra última propuesta en la mesa de negociación era prudente y responsable para el momento, aunque pedimos a la patronal que fuera sensata ya que la situación requería, y requiere, que haya cláusulas de revisión salarial. Con el IPC de los últimos años, quizá las cláusulas de revisión no eran significativas y por esto fueron despareciendo de los convenios, pero ahora, con un IPC por encima del 10%, son imprescindibles.
No podemos permitir que la clase trabajadora se empobrezca en este escenario de crisis. Y no es una coyuntura específica que sucede en España, es una situación global. Situación que exige que los sindicatos estemos a la altura en todos los lugares en los que tengamos presencia. Y esto es lo que hacemos hoy. Otros países de Europa ya han convocado diversas manifestaciones, como Austria, Bélgica, Francia y Reino Unido. Queremos dejar claro que, si no hay acuerdo global, lucharemos convenio a convenio.
Por mucho que quieran engañarnos, los salarios no son la causa de la inflación. Prueba de ello es que no se han subido debido al bloqueo de la patronal, y hemos experimentado una inflación de segunda ronda que ha sido causada por los crecientes beneficios empresariales, lo que demuestra que sí que hay margen para subir los salarios. Los trabajadores somos las víctimas de esta crisis que está aumentando las desigualdades existentes, con los trabajadores mal pagados y las personas vulnerables más afectadas. Por eso es fundamental para el país que la CEOE se siente a negociar y entienda la importancia de garantizar la capacidad adquisitiva de los y las trabajadoras. Es una cuestión de justicia social que además contribuirá a generar consumo y empleo. Los salarios nunca deben dejar a los trabajadores y a sus familias abocados al abismo de la pobreza, una realidad en toda Europa durante demasiado tiempo que genera miedo e incertidumbre. Es el momento de subir los salarios para el bien de los más vulnerables y de todas y todos.