Montserrat Boix – Periodista, trabaja en los servicios informativos de RTVE
M mitad de la tierra, la mitad del poder, la mitad de todo, porque nos corresponde.
Poner el objetivo en buscar lo que nos une y establecer prioridades comunes ha sido clave para incorporar los derechos de las mujeres a las agendas políticas y sociales en todos los ámbitos
El feminismo internacional con el apoyo de internet y la capacidad multiplicadora y virilizadora de las redes sociales en los últimos años se ha consolidado. No es un “moda” sino la expresión del trabajo fraguado en las últimas décadas de un movimiento global que se está expandiendo de manera exponencial y va sumando la voz de millones de mujeres en el mundo que hartas de esperar han/hemos decidido pasar a la denuncia y la acción.
Poner el objetivo en buscar lo que nos une y establecer prioridades comunes ha sido clave para incorporar los derechos de las mujeres a las agendas políticas y sociales en todos los ámbitos. Incluso los espacios menos permeables a la igualdad se están viendo interpelados por una ola que ya es imparable.
El hashtag “MeToo” (Yo también) impulsado desde Estados Unidos en octubre de 2017 para denunciar el acoso y la agresión sexual en todos los ámbitos ha sido un importante revulsivo para romper el silencio individual y transformarlo en incidencia política haciendo visible el nuevo momento histórico del feminismo internacional en todo el mundo. Fue un precedente impactante la masiva Marcha de las Mujeres en Washington el 21 de enero de 2017 para defender los derechos de las mujeres, reclamar los derechos básicos a la salud, la educación pública de calidad, la igualdad de derechos de las personas LGBT, la defensa de políticas contra el cambio climático y la solidaridad con las personas refugiadas que huyen de los países en guerra.
Poner el objetivo en buscar lo que nos une y establecer prioridades comunes ha sido clave para incorporar los derechos de las mujeres a las agendas políticas y sociales en todos los ámbitos
El inicio de las movilizaciones feministas masivas no fue en Estados Unidos sino en España con el movimiento del “Tren de la libertad” que culminó con la multitudinaria manifestación del 1 de febrero de 2014 en defensa de los derechos sexuales y reproductivos de las mujeres y contra la reforma de la Ley del aborto en España – anteproyecto presentado por el entonces ministro de justicia Alberto Ruíz Gallardón-.
Le siguió Argentina en 2015 con la marcha “Ni una menos” convocada el 3 de junio de 2015 en ochenta ciudades del país marcando otro elemento clave de nuestra agenda mundial: la lucha contra el feminicidio y la violencia contra las mujeres. El movimiento se extendió ampliamente en América Latina: México, Perú, Urugay y se mantiene vigente.
El 3 de octubre de 2016 se realizó una protesta masiva en Polonia bautizada como «lunes negro», contra un proyecto de ley que criminalizaba el aborto, incluyendo el aborto espontáneo y la interrupción del embarazo como consecuencia de una violación. La gran repercusión de esta protesta frenó la ley en el parlamento polaco.
La convocatoria del Paro Internacional de las Mujeres el 8 de marzo de 2018 se ha transformado en el grito mundial de las mujeres diciendo Basta ya, ¡estamos hartas de esperar. Reclamamos la igualdad ya!
El próximo 10 de marzo en Túnez está convocada una gran manifestación de mujeres, sin precedentes, para reivindicar la igualdad en la herencia contra las leyes vigentes que establecen que las mujeres tienen derecho a heredar sólo la mitad de lo que hereda el hombre.
La convocatoria del Paro Internacional de las Mujeres el 8 de marzo de 2018 se ha transformado en el grito mundial de las mujeres diciendo Basta ya, ¡estamos hartas de esperar. Reclamamos la igualdad ya! Las mujeres de cada país tienen su propia agenda de prioridades, pero a nivel internacional se han marcado ya las líneas rojas que ya no se podrán eludir: mismo salario por igual trabajo que los hombres además de otorgar a las mujeres justicia por su contribución no reconocida en la fuerza de trabajo, estar en los espacios de decisión para tener capacidad de cambiar las cosas y, sin duda, que no se comercialice el cuerpo de las mujeres… la mitad del cielo, la mitad de todo.