Artículo de Pepe Álvarez publicado en Valor Sindical
Este viernes se ha celebrado una cumbre virtual, a cargo de la Unión Europea y con presencia de Naciones Unidas, con el objetivo de reforzar objetivos y redoblar esfuerzos a razón del pacto por el medio ambiente firmado hace 5 años, conocido como el acuerdo de París. Por mucho que David Sassoli, presidente del Parlamento Europeo, lo marcase como “un histórico punto de inflexión”, debemos ser francos: los objetivos no se están cumpliendo y la situación se va volviendo más insostenible cada año que pasa.
Las razones para ello son varias, por supuesto. Los lobbies y mega corporaciones pelean cada punto que pueda afectar a sus márgenes de beneficio día a día, y el acuerdo de París se encontró con un gran bache: la salida de EEUU del acuerdo (ya casi tradicional) tras la llegada de Donald Trump a la Casa Blanca. Joe Biden, el presidente electo, ha prometido la reincorporación del país al acuerdo en 2021, y este ha sido uno de los puntos clave en el optimismo mostrado en esta reunión.
Estamos a 2020 y ya nos encontramos en un aumento de 1,2ºC. A este ritmo a finales de siglo nos encontraríamos en un aumento de 3 grados, lo cual sería “catastrófico”
Pero no podemos olvidar que las cosas no van bien. Con respecto a los niveles de la época preindustrial, el acuerdo busca un aumento de la temperatura global inferior a los 2ºC para final del siglo XXI, recomendando no superar los 1,5 grados. Bien, estamos a 2020 y ya nos encontramos en un aumento de 1,2ºC. A este ritmo a finales de siglo nos encontraríamos en un aumento de 3 grados, lo cual sería “catastrófico”, tal como lo ha expresado el secretario general de Naciones Unidas, Antonio Guterres, que también afirma rotundamente que “no vamos en la dirección correcta”.
Desde UGT nos sumamos rotundamente a esta afirmación, y creemos que hay que ser aún más ambiciosos, si realmente se quiere alcanzar la neutralidad climática en 2050. Todos recordamos, por ejemplo, aquella paz, silencio y aire fresco de las primeras semanas de la pandemia y el confinamiento en marzo y abril de este 2020, que nos dejaron diversas estampas esperanzadoras en todo el mundo. A pesar de que ya se haya revertido la situación, hay que acordarse de que eso se logró con unas pocas semanas de reducción de emisiones, así que no hay que dejar de luchar por nuestro futuro.
No nos basta con avanzar hacia un planeta más verde, debemos avanzar hacia un planeta que no se muera: la Tierra es nuestro único mundo y cuidarla es cuidarnos.