Artículo de Mª Carmen Barrera Chamorro, Secretaria de Políticas Europeas de UGT, publicado en el blog El Eco Sindical.
Los pasos que se van dando, van en la línea de constituir un verdadero Pilar de Derechos Sociales en Europa, haciendo de Europa el único territorio en el mundo donde la economía, la acción del negocio empresarial, viene acompañado de protección y medidas sociales para las y los trabajadores.
Aunque parezca obvio, lo que estamos diciendo con estas palabras es que en todos los países de Europa hay personas que tienen las mismas necesidades, los mismos problemas y, cada vez más, las mismas condiciones de trabajo. Hace unos años aun parecía imposible, pero cada vez más las diferencias entre los mercados de trabajo y sobre todo de la protección social, están reduciéndose gracias a unas orientaciones de política europea que están decididas a hacer de Europa algo más que el mercado necesario para el euro, o tan solo una unión monetaria. La pandemia está siendo un buen ejemplo, pues gracias a una actuación decidida y unívoca de la Unión Europea, hemos podido contar no sólo con vacunas suficientes en todos los países, sino con campañas adaptadas a toda la ciudadanía europea. Es cierto que hay y siempre habrá especificidades o singularidades, Europa es grande y variada para ello, pero lo cierto es que no se puede negar que países pequeños como Portugal han podido situarse a la cabeza entre los que más rápido y a más población han vacunado y eso solo ha sido posible gracias a la capacidad que la Unión se ha otorgado en materia de vacunación. Solo Portugal o cualquier otro país, no habría corrido la misma suerte, basta mirar el resto del mundo.
Pero quizá esto no es lo más relevante que nos deja este año, una exitosa política común en materia de vacunación, lo más relevante está en otro ámbito: el mercado laboral. Para ponernos en antecedentes hay que tener en cuenta que pasa más de una década desde que los sindicatos europeos reclamamos una mayor armonización de los mercados laborales de los diferentes países. Esto explicado vuelve a ser otra obviedad: cuanto más homogéneas sean las condiciones de trabajo en los diferentes países más fácil será realizar medidas de presión o reivindicación sindical al unísono, haciendo válido el lema de UGT: “la Unión hace la Fuerza”, una fuerza ejercida entre todas las centrales sindicales nacionales contra las medidas que sean contrarias a nuestras expectativas y derechos. Eso es lo que está comenzando a pasar en estos momentos en Europa.
Este año nos deja un acuerdo del Parlamento Europeo para implantar una directiva de Salario Mínimo en el conjunto de la Unión. Es cierto, España ya tiene salario mínimo, pero no es menos cierto que esta directiva respaldará nuestro derecho y los riesgos que puedan existir con los posibles cambios de gobierno en España quedarán lejos, pues la directiva será de aplicación en todos los países sin excepción. Ocurre lo mismo con el proyecto de Renta Mínima Europea, con la futura directiva para regular el trabajo en plataformas, con la puesta en marcha de la nueva autoridad laboral europea, aspectos todos que tocan el núcleo de las relaciones laborales y que tienen vocación de conseguir unas condiciones de trabajo mínimas comunes para todos los trabajadoras y trabajadores europeos en los próximos años. Quedan muchos retos, como la transición hacia una economía más sostenible y justa, para luchar contra la que es nuestra siguiente crisis, que dominará los próximos años: la crisis climática. Pero los pasos que se van dando, van en la línea de constituir un verdadero Pilar de Derechos Sociales en Europa, haciendo de Europa el único territorio en el mundo donde la economía, la acción del negocio empresarial, viene acompañado de protección y medidas sociales para las y los trabajadores.
Nuestra presencia en las instituciones nos identifica y nos reivindica como UGT en todos los ámbitos de decisión política europea, con una nueva representación permanente en el terreno, en Bruselas, con capacidad para interactuar y trasladar nuestro mensaje reivindicativo. Ha sido clave nuestra aportación en el debate en el Parlamento Europeo sobre el Salario Mínimo, donde hemos argumentado y defendido la necesidad de un salario mínimo sin posibilidad de recortes, contra las posiciones de los países nórdicos contrarias a esta directiva.
Igualmente, estamos trabajando en el proceso de elaboración de la nueva directiva de Trabajo en Plataformas, cuyo borrador está siendo debatido ahora y para la cual la ley española de trabajo en plataformas, pionera en Europa y fruto del acuerdo de Diálogo Social con UGT y CCOO, queremos conseguir que sea el modelo de la futura directiva. Estos son solo algunos ejemplos, pero tenemos también muchas otras iniciativas, como la propuesta al Parlamento Europeo de reducción de la jornada laboral semanal a 32 horas. El futuro del trabajo en Europa pasa por fenómenos como la digitalización o la transición hacia una economía ecológicamente sostenible y justa. Ello pone en cuestión el trabajo tal y como lo conocemos hasta ahora y la pérdida de puestos de trabajo, o de salario, no pueden ser la solución en ninguno de los casos. Es por eso que hay que abrir en el conjunto de la Unión el debate sobre el reparto del trabajo, sin pérdida de salario, que además facilita un aumento de la capacidad de formación y recualificación de los y las trabajadoras, facilitando el proceso de digitalización de la economía. Esta es solo una de nuestras apuestas de futuro que nos identifica como UGT en Europa entre otras muchas que iremos desarrollando y trasladando en el próximo año.
Tendremos que luchar mucho para convencer de nuestras posiciones, como así hemos hecho en el reciente y complicado trámite en el Parlamento Europeo de la futura directiva de Salario Mínimo, pero en UGT tenemos claro que hoy por hoy, nuestros derechos se juegan cada vez más en Europa. No en vano, casi el 90% de las leyes que se aprueban en el Parlamento Español, tienen origen en directivas europeas.
Por ello, podemos decir que nuestra Acción como UGT en las Instituciones Europeas son en interés de todos y de todas, de nuestra acción sindical. Como decimos, Europa, está cada vez más cerca.