Artículo de Pepe Álvarez, Secretario General de UGT, publicado en Valor Sindical
A lo largo de todo el año 2020, han muerto en accidentes laborales en España más de 600 personas, y así lo hemos venido denunciando en UGT desde nuestro Contador de la Vergüenza, con el que queremos reflejar el drama de la siniestralidad laboral en nuestro país. Unas cifras que siguen aumentando en lo poco que llevamos de 2021, con la desaparición de dos trabajadores de una quitanieves, a causa de una alud, en el puerto de San Isidro (Oviedo, Asturias).
Según los datos del Ministerio de Trabajo y Economía Social, en octubre de este año ya había 595 fallecidos en lo que supone 17 personas más que en el mismo periodo del 2019. En 2019 los accidentes laborales nos dejaron la dramática cifra de 721 fallecidos.
Como vemos, la bajada de actividad provocada por la crisis del coronavirus no ha detenido las muertes en el trabajo; Los datos siguen siendo tremendamente preocupantes. A pesar de la bajada global y significativa de los accidentes de trabajo y del descenso de los registrados ‘in itinere’ con respecto a 2019, se han incrementado, de forma notable, el número de accidentes mortales durante la jornada laboral.
Es imprescindible elaborar y articular, de forma inmediata, un Plan de Choque contra la Siniestralidad Laboral, donde se analice, entre otros factores, la reducción de la incidencia de los riesgos psicosociales
La mayoría de estas muertes son evitables y están ligadas a la precariedad laboral de los puestos de trabajo (influye significativamente la alta temporalidad). Además, las empresas no están invirtiendo en prevención: Los datos objetivos muestran que la seguridad y salud en el trabajo se está dejando en un segundo plano. Se están originando menos accidentes, pero estos son de mayor gravedad, ya que los mortales ocurridos en el trascurso de la jornada laboral se han recrudecido.
Nuestro país no puede permitirse que se sigan perdiendo vidas en los puestos de trabajo y debemos seguir denunciándolo, exigiendo todas las medidas de prevención necesarias para combatirlo. Por ello, en UGT reclamamos abrir inmediatamente una Mesa de Diálogo Social sobre Siniestralidad para acordar medidas urgentes que pongan fin a esta situación y acabar definitivamente con esta lacra.
Es imprescindible elaborar y articular, de forma inmediata, un Plan de Choque contra la Siniestralidad Laboral, donde se analice, entre otros factores, la reducción de la incidencia de los riesgos psicosociales, puesto que la primera causa de fallecimiento durante la jornada de trabajo son los infartos y derrames cerebrales, patologías asociadas a este tipo de riesgos laborales.
Además, desde UGT abogamos por la creación de la figura del Delegado/a Territorial y/o Sectorial de Prevención, por medio de la negociación colectiva, que ayudarían a evitar riesgos laborales en muchas PYMES que no cuentan con representación sindical, ya que, como los datos nos relatan, en estos centros de trabajo no sindicalizados los índices de siniestralidad son superiores.