Artículo de Mariano Hoya, vicesecretario general de política sindical de UGT, publicado en El Siglo de Europa.
Si no acometemos con urgencia una negociación que compense las graves pérdidas de poder adquisitivo que han venido sufriendo los trabajadores desde la crisis de 2008, y que se está agravando con una inflación desbocada, se avecina un endurecimiento del frío invierno y una primavera muy caliente.
Señala el afamado economista norteamericano, Premio Nobel en 2001, Joseph Stiglitz que la crisis financiera y las desigualdades están inextricablemente relacionadas: las desigualdades contribuyeron a causar la crisis, que agudizó las desigualdades existentes, y este agravamiento crea una espiral descendente que hace aún más difícil que la economía tenga una recuperación sólida.
En España, el poder de compra de las personas asalariadas ha caído un 6,2% en los últimos 10 años. Según la AEAT, durante el periodo 2007/2020 los salarios crecieron una media del 10,2% mientras que en ese periodo la inflación repuntó, según el INE, un 20,3%. Casi el doble. Esto significa que la clase trabajadora ha asumido, otra vez, el coste del ajuste depresivo provocado por las políticas de austeridad después de la crisis financiera internacional de 2008 y la crisis de la deuda europea de 2012, y que la posterior recuperación económica, hasta 2019, cuando nos golpeó la pandemia, fue basada, entre otros factores, en el estancamiento o reducción de los salarios.
La encuesta trimestral de coste laboral, ETCL, que elabora el Instituto Nacional de Estadística, INE, señalaba que en 2020, el año que nos estalló la Covid-19, el coste medio del salario real se había reducido casi en un 3% . Sin embargo , y a pesar de la pandemia, las inversiones en Bolsa no han dejado de crecer, están por encima del doble de lo que estuvieron en el peor momento de la crisis sanitaria, y la vivienda ha iniciado una escalada de precios que recuerda a los tiempos de la burbuja.
Las pérdidas salariales pueden acelerarse en 2022 si no se buscan mecanismos de compensación al fuerte incremento de los precios, cuya explosión inflacionista alcanzó el 6,7 % en 2021. Esta pérdida de poder de compra puede generar un nuevo aumento de la desigualdad y dificultar la recuperación económica al afectar a la demanda interna por la insuficiencia de ingresos para consumir. Si no acometemos con urgencia una negociación que compense las graves pérdidas de poder adquisitivo que han venido sufriendo los trabajadores desde la crisis de 2008, y que se está agravando con una inflación desbocada, se avecina un endurecimiento del frío invierno y una primavera muy caliente.
Acabamos de alcanzar un acuerdo en el seno del diálogo social –Gobierno, patronal y sindicatos– dirigido fundamentalmente a combatir la precarización del mercado laboral español. Eso se debe traducir en una clara recuperación de la renta de los trabajadores españoles. El pacto logrado significa también luchar contra la penuria laboral. En nuestro país padecemos un incremento alarmante de la tasa de población en riesgo de pobreza y exclusión social, del que no están exentas personas que se encuentran ocupando un puesto de trabajo.
Como defiende Stiglitz, cada vez son más los que comprenden que no puede haber un crecimiento económico sostenido, necesario para la prosperidad, si los ingresos de la inmensa mayoría de los ciudadanos están estancados. El grado de desigualdad que existe en España no es inevitable, ni es consecuencia de leyes bíblicas, económicas o matemáticas. Es cuestión de políticas y estrategias. Por eso, para continuar con la senda de la concertación social por la defensa de los salarios en un trabajo decente ,se deben iniciar negociaciones entre los sindicatos y las asociaciones empresariales en el que un nuevo acuerdo por el empleo y la negociación colectiva garantice el poder adquisitivo de las personas que trabajan. El Gobierno también debe cumplir con su compromiso de incrementar el SMI hasta el 60% del salario medio.
Ha llegado el momento del incremento de los sueldos, porque como señalan los premios nobeles de Economía de 2021, Krueger y Card, «El alza del salario crea empleo». Porque es hora de recuperar los salarios convirtiendo éstos en sustentos suficientes y dignos para los trabajadores y sus familias.