Artículo de Pepe Álvarez, Secretario General de UGT, publicado en el blog Valor Sindical
Como cada 8M, UGT sigue luchando por la igualdad en el mundo laboral y en el resto de ámbitos. Por ello, según el Informe que hemos elaborado con motivo de este día, vamos a dar algunas interesantes cifras al respecto para seguir constatando la situación que padecemos y la necesidad de un cambio profundo que lo subsane.
En España, el año pasado el 93% de la población inactiva laboralmente, por cuidar a niños/as o personas dependientes, son mujeres. Casi 9 de cada 10 personas que se acogieron a las excedencias por este tipo de cuidados fueron mujeres. Asimismo, el empleo a tiempo parcial sigue siendo un factor relevante de la precariedad y la desigualdad: tres cuartas partes del empleo a tiempo parcial es femenino. Además, la tasa de empleo de los hombres con hijos es del 86,7% y sin hijos del 77,6%, mientras que en el caso de las mujeres la tasa de empleo de mujeres con hijos es del 68,1%, siendo inferior a las de las mujeres sin hijos que es del 75,7%. Por tanto, es muy evidente que la asunción de las tareas de cuidados familiares sigue recayendo en las mujeres.
Por otro lado, la brecha salarial se sitúa en el 21,41%, la cifra más baja de los últimos once años. Sin embargo, todavía las mujeres cobran de media 5.726,30 euros menos al año que los hombres. Además, si el ritmo de descenso en la brecha salarial actual se mantuviera constante en el tiempo, se necesitarían 43 años para que la desigualdad salarial entre ambos sexos desapareciera en nuestro país.
Por eso, necesitamos establecer recursos adecuados para el desarrollo de las medidas necesarias en materia de igualdad, y que los avances en la legislación se cumplan en todas las empresas, como reclamamos en otro informe publicado el 22 de febrero, “Día de la Igualdad Salarial”. Dicho documento, tiene como objetivo prioritario exigir que las empresas cumplan con la legislación y apliquen el Reglamento de Igualdad Retributiva. En este sentido, es fundamental que se realice el registro retributivo de toda la plantilla, actualizado anualmente el Plan de Igualdad, en el que deberán incluir una auditoría retributiva y un Plan de actuación para la corrección de las desigualdades.
Además, el aumento de la valoración del trabajo de la mujer y su equiparación salarial permitirían incrementar las cotizaciones y los ingresos a las arcas públicas, acrecentando las cotizaciones a la Seguridad Social y las contribuciones a Hacienda. Con la desigualdad salarial que encubre una evidente discriminación económica hacia las mujeres, pierden ellas, pierde el Estado y, consecuentemente, perdemos todas las personas.
Por último, es indispensable adoptar políticas con perspectiva de género en todos los ámbitos y especialmente en materia de cuidados, aumentar la financiación necesaria para erradicar la violencia machista, una transformación educativa basada en la igualdad de género, incrementar el SMI hasta situarlo al final de la legislatura en el 60% de la media salarial (como estipula la Carta Social Europea) y derogar la reforma laboral que afecta, en mayor grado, a las mujeres al generar una feminización de la precariedad a través de la temporalidad, la parcialidad involuntaria y al reducir el poder de la negociación colectiva contra la desigualdad salarial y laboral.