Artículo de Pepe Álvarez, Secretario General de UGT, publicado en el blog Valor Sindical
Muchos espacios políticos deben reflexionar largo y tendido sobre lo sucedido en estas elecciones atípicas
Las elecciones celebradas esta semana en la Comunidad de Madrid no han deparado demasiadas sorpresas respecto a lo que vaticinaban las encuestas. La victoria de Isabel Díaz Ayuso muestra la fortaleza del Partido Popular que merece nuestra más sincera felicitación. Esta campaña ha sabido conectar con las esperanzas y cansancio de una población harta de la pandemia. Está claro que a nadie nos gustan las restricciones, aunque han sido el único camino para preservar la salud.
Si se abre una nueva etapa en el devenir de la política madrileña, las organizaciones sindicales, como representantes de los trabajadores y de las trabajadoras, queremos estar ahí. Esperamos que el Diálogo Social sea una de las bases de esa nueva etapa. Y que asuntos como los Servicios Públicos –la Sanidad, la Enseñanza o la Movilidad-, básicos para los intereses de las personas, se debatan y resuelvan de la mejor forma posible.
Una izquierda dividida e insuficiente
Estas elecciones han tenido también otras repercusiones de importancia, como la retirada de la política de Pablo Iglesias Turrión. Iglesias ha sido un político controvertido de inicio a fin. Sin duda, su irrupción con Podemos ha supuesto una nueva ola de frescura para una vida política anquilosada y su aportación a la renovación de la izquierda ha sido especialmente relevante, materializándose en un gobierno de coalición.
El fortalecimiento del proyecto de Más Madrid, sobre la figura de Mónica García, es el resultado de un ideario construido sobre las necesidades de la ciudadanía más humilde. La proyección sobre los servicios públicos, y una economía y territorio sostenible, han sido de los pocos elementos que han generado debate de ideas en esta caótica campaña electoral, llena de insultos, amenazas, y crispación.
Y, por último, los malos resultados del PSOE, propiciados por una visión negativa de la gestión estatal que no ha podido compensarse con suficientes elementos diferenciadores. Esta debe ser una lección importante. El PSOE tiene modelos de éxito a seguir. Las propuestas de Joe Biden están marcando un rumbo de progreso: inversión pública, políticas sociales, sostenibilidad son algunos de sus ejes. Sentados, jugando a la ortodoxia económica, sólo les espera la derrota.