Artículo de Pepe Álvarez, Secretario General de UGT, publicado en el blog Valor Sindical
El alivio que supone dejar de utilizar la mascarilla al aire libre, no debe confiarnos y se deben mantener las medidas de prevención en las empresas
Desde este mismo sábado, tal y como anunció el Presidente del Gobierno, la mascarilla deja de ser obligatoria al aire libre en nuestro país, siempre que pueda respetarse la distancia de seguridad de 1,5 metros entre personas que no pertenezcan a la misma burbuja social. Una noticia que, por supuesto, recibimos con optimismo, ya que nos permite ver más cerca el final de una pandemia que lleva condicionándonos la vida durante más de un año. Sin embargo, es importante dejar claro que esta medida no afecta al uso de la mascarilla en espacios cerrados y, en consecuencia, en los centros de trabajo.
Pese a que los datos de vacunación vayan a un ritmo tan elevado, que estemos cerca de conseguir la inmunización de grupo, y que poco a poco los datos mejoren, la experiencia nos dice que no debemos confiarnos. Es por eso por lo que desde la Unión General de Trabajadoras y Trabajadores queremos hacer hincapié en la necesidad de que las empresas sigan manteniendo la seguridad de sus trabajadores y trabajadoras, sin bajar la guardia en este tramo final de la pandemia y sin poner en riesgo, también, una recuperación que está en marcha.
Es muy importante que se mantengan todas aquellas medidas de prevención establecidas en los centros de trabajo a lo largo de estos meses, facilitando todos aquellos equipos de protección apropiados y necesarios para garantizar la seguridad, respetando el tiempo de uso de las mascarillas (en el caso de las quirúrgicas nunca debe ser superior a 4 horas), y proporcionando la cantidad de las mismas necesarias en una época, la estival, donde el calor juega un factor importante. Cabe recordar que las altas temperaturas, unidas al uso de la mascarilla, pueden agravar el riesgo de sufrir estrés térmico, pudiendo provocar deshidratación.
El mantenimiento de todas las medidas como la limpieza diaria de los lugares de trabajo, sobre todo de aquellas zonas de alto contacto, como barandillas, pomos de puertas, botones de ascensores, etc. Así como vigilar que exista una adecuada ventilación de los lugares de trabajo, que se torna fundamental para evitar brotes, ya que se ha confirmado el alto riesgo de contagio por medio de las partículas suspendidas en el aire: los famosos aerosoles.
Por tanto, debemos seguir estando alerta y seguir luchando contra esta pandemia que tanto coste humano, social y económico ha tenido. Es trabajo de todas y de todos que podamos decir adiós, de una vez por todas, a este maldito virus.